CRITICANDO 1.0

HOMOSEXUALIDAD EN EL MUNDO DEL FÚTBOL

¡Hola a todos! Cada semana los miembros del grupo vamos a desempeñar un rol diferente. En esta ocasión yo tendré el rol de crítico y, para ello, hablaré de un tema que ha vuelto al foco estos últimos días.

Esta semana un futbolista profesional decidió comunicar su orientación sexual públicamente, hasta ahí nada fuera de lo normal, es más, nos atreveríamos a pensar que no era necesario, pues ese tipo de cuestiones quedan en la vida privada de cada persona. Sin embargo, este anuncio ha supuesto un gran paso adelante para la visibilización de una problemática muy común en el deporte de élite, la homosexualidad. 

El futbolista del Getafe, cedido está temporada en el equipo checo Sparta Praga, Jakub Jankto, hizo pública su homosexualidad mediante un comunicado que ha tenido una repercusión enorme, y al que han apoyado diversas personalidades del mundo del fútbol.

Parece mentira, pero no lo es. En 2023 aún son pocos los futbolistas que se atreven a decir públicamente que son gais. El estigma alrededor de este tema sigue siendo enorme y para mucha parte de la sociedad, anclada en la visión machista y homófoba de antaño, no es razonable que un futbolista, aparentemente dotado de gran fuerza, atlético y poderoso físicamente, sea homosexual, pues se considera está condición una cualidad femenina, a la que se atribuye delicadeza y fragilidad. 

Al futbolista se le presupone hetero, masculino, un macho alfa valiente y decidido. Los consideramos ejemplos para los niños, llegando a idolatrarlos y convirtiéndolos en modelos de conducta. Por esto, y debido a la sociedad machista y patriarcal en la que aún vivimos, todo lo que sale de la norma es considerado fuera de lugar. Muchos padres no quieren que sus hijos tomen como ejemplo a una persona homosexual solo por el hecho de serlo, aún sigue existiendo el miedo a la creencia de que la orientación sexual es algo que se aprende y se adquiere mediante la imitación de comportamientos y actitudes. 

Detrás de un problema siempre hay muchos factores. Uno de los más comunes y del que todos hemos sido testigos en alguna ocasión es el empleo de la palabra mari… como insulto. Esto ocurre con total normalidad en innumerables lugares, y los campos de fútbol, desde el mayor estadio del mundo hasta el pequeño campo de un pueblo, no son la excepción. La gente que emplea esa palabra, entre muchas otras parecidas, como insulto, lo que trata de hacer es ridiculizar un comportamiento que a su manera de ver no es adecuado para la práctica del deporte. Si el jugador peca de blando en una acción defensiva, si falla en un pase, un disparo o si simplemente no es su día en el terreno de juego. Se asocia la palabra convertida a insulto con un mal desempeño deportivo, o lo que es lo mismo, se asocia una orientación sexual con ser un mal jugador. Esto acaba generando en el imaginario colectivo un rechazo muy potente y acaba por terminar de cerrar la puerta de la libertad sexual individual por miedo a ser apartado o dejar de ser querido y apreciado.

Se suele generalizar cuando hablamos de fútbol, puesto que creemos que solo existe el masculino. Sin embargo, el fútbol femenino lleva años y años de ventaja con respecto a los derechos individuales de las jugadoras. En los aficionados al fútbol femenino no cabe el uso de un insulto que menosprecie un colectivo o una orientación sexual determinada, las jugadoras son mucho más abiertas y visibilizan tanto heterosexualidad como homosexualidad por igual. Nadie se esconde por miedo, puesto que no lo hay, y no debería haberlo. 

En definitiva, y siendo optimista con lo que nos depara el futuro, creo que se están dando pasos de gigante en este tema. Jakub Jankto no es el primer futbolista que declara abiertamente su homosexualidad, pero sí el primero que lo hace desde la posición y el reconocimiento público que te otorga jugar en una de las mejores ligas del mundo. Aún queda mucho camino por recorrer, y que algún jugador de super élite decida dar ese empujón y derribar la puerta que poco a poco está rompiéndose. 

Tu orientación sexual no condiciona tu calidad y validez como jugador, nunca lo ha hecho y nunca lo hará. Solo hace falta que nos lo creamos.